sábado, 12 de octubre de 2013

ALGO TERRIBLE ME HA SUCEDIDO


Martes doce habiendo esperado ese concierto en la noche fui y encontré las cerradamente cerradas puertas sobre un concierto que era en realidad para el día anterior y ya no quedaba ni el olor a cucaracha de los paltolevitas ni el olor a hidromiel de la saliva en las tubas ni

     Jueves uno había yo pensado iré a esa exposición que se abre veré a Diana indefectiblemente la veré y pensaré que bueno meter la mano dentro de esa chaqueta de gamuza y que ella se extrañe y diga pero qué haces pero había sólo un revoltijo de cajones en la trastienda y un pintor flaco que montaba la exposición que era para dentro de tres días

      Lunes cuatro fui a buscar mis papeles en la oficina del gobierno esos documentos que dicen quién soy lo que es necesario porque ni yo mismo lo sé y resulta que no era ese el día fijado que el comprobante señalaba otra quincena y cómo pude haberme equivocado.

      Domingo quince fui al aeropuerto a recibir a Perucho que volvía de Albania de algún país de esos que dan la visa en hojas aparte del pasaporte porque si no figúrate y toda la tarde me llovieron aviones hasta que supe que Perucho estaba ya debidamente preso hacía una semana o quizá meses y todo se trataba de que nos habían dado mal el recado

    Miércoles treinta al centro para ver al dentista quien claramente — caramba es verdad cómo no me acordaba— me había advertido que salía de vacaciones y que por lo tanto este colmillo este colmillo

     Martes dos qué tiempo que no veo caras conocidas y eso que me invitaron para hoy en la noche no fíjate era para ayer la invitación cómo no te diste cuenta

     Sábado quince las entradas para anteayer el talonario para pasadomañana mis padres vinieron y yo no estuve sino al otro día después de idos esta mañana otra vez a buscar trabajo y no atienden sino en la tarde pero el restaurante cerró antes de que yo llegara y el bar no abierto todavía al fin lo comprendo las cosas me eluden las fechas me esquivan algo terrible me ha sucedido, transfiguración olvido o muerte desde ahora y por la eternidad a toda cita iré horasantes u horasdespués todo encuentro lo perderé díasantes o díasdespues para mí nunca caras voces trajes será la hora de recuerdos sitios ojos ni la mañana trenzas ella senos ni la tarde ni el día besos pelos dedos ni la semana ni el año ni el siglo, yo desterrado en esta vía lateral del tiempo, yo eternoadelanto eternoatraso frente a esta ciudad donde suceden las cosas, donde hombres a quienes nunca más veré y mujeres a quienes nunca más tocaré reiteran, entrecruzan, eternizan sus encuentros.

(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO). 

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